martes, 26 de enero de 2010

La Kikis, Super Pasto y el Monstruo de Espagueti.

Después de esperar y esperar alguna buena oportunidad para agarrar la jarra, el sábado pasado fue oficialmente la primera gran fiesta del año: Los cumpleaños de la Kikis Corcuera (representante de la gente bonita de Guadalajara) , Mariana y Taro. El lugar fue el de costumbre, la Cantina Madrid, y la concurrencia como siempre de lo más ecléctica y divertida. Debido a la premura de la organización el tema era sencillo: sombreros, plumas y lentejuelas.
Todo mundo llegó con ganas de empedarse, bailar y cantar (había karaoke, por cierto me caga que la gente diga karaok”i”, no es una palabra gringa, es japonesa). Así pues había personas de varias partes de la república y los acostumbrados representantes de Inglaterra, Dinamarca, Japón, USA… y así era casi una chiqui reunión de la ONU. Por cierto, casi al final de la velada me enteré que los exintegrantes de Super Grass estaban en la fiesta. ¿Qué hacen en México? Pues al parecer ya viven aquí, o al menos eso fue lo que escuché, y temo decir que lo que más me llamó la atención de uno de ellos eran los maravillosos zapatos dorados de Gucci, con ganas de golpearlo, quitárselos y salir corriendo.

Me encantó la idea de que no hubiera peticiones para el karaoke (el año pasado hubo un incidente en el cual un amigo se apoderó del micrófono y lamentablemente este año no fue requerido), nomás ponían puros éxitos y cualquiera que tuviera el valor o la suficiente cantidad de alcohol en su sistema podía tomar el micrófono. Claro que la festejada tenía prioridad.

La fiesta continuó hasta muy entrada la madrugada y decidimos seguirla en casa de la Kikis, armados con dos cajas de cerveza ahí se prolongó hasta el amanecer que nos recibió de manera espectacular.

Durante la fiesta hubo un tema que me llamó mucho la atención, y es el cómo la gente en general reacciona de manera negativa cuando uno admite públicamente que no cree en ningún Dios. Incluso parece que es mayormente aceptado decir que uno venera a Vishnu, Zeus, Tlaloc, incluso a la Santa Muerte.
Mi queridísimo amigo Leotardo nos comentó sobre algo que le ocurrió en su trabajo hablando al respecto con su jefa. Cuando el dijo que no creía en Dios, la respuesta de ella fue: “Pero si eres tan buena persona”. Como si el no creer en Dios automáticamente lo convirtiera en genocida o algo similar. Aquí les dejo un video que ilustra un poco esto.


Fue a partir de esto que decidí unirme a la Iglesia del Monstruo Volador de Espagueti. Más adelante les compartiré los ocho “condimentos” que El como creador de todo prefiere que sigamos, así como la relación entre la desaparición de los piratas y el calentamiento global.

Ya para finalizar y haciendo un poco de retrospectiva debo admitir que mi vida se ha vuelto más glamorosa de lo que esperaba, aunque siempre he tenido suerte para ser invitado a fiestas en el Alcazar del Castillo de Chapultepec, en la Embajada de algún país europeo, comidas con famosos artistas plásticos, bueno, hasta al camerino de las Spice Girls fui a dar un día (obvio con ellas dentro).

martes, 19 de enero de 2010

Al Met en HD

Después del tortuoso preámbulo al fin de semana en el que perdí y recuperé mi trabajo en menos de veinticuatro horas y gracias al Escarabajo (que se puso guapo con los boletos), Piegra y yo nos lanzamos el sábado a ver la transmisión en vivo y en HD de Carmen de Bizet desde el Met.  Llegamos al Auditorio Nacional y todo padrísimo, la gente bien ordenadita, formadita, nada de tumultos. ¡Se notaba que íbamos a la ópera! Así pues buscamos nuestros lugares, los encontramos, nos acomodamos y ya cuando estábamos bien a gusto sentados llegaron dos personas con los mismos números de boletos que nosotros. 
Lo primero que pensé fue que seguramente los habían comprado a fuera con los revendedores. Entre que veíamos sus boletos y ellos los nuestros y decidíamos quien se sentaría sobre quién; una de las acomodadoras se acercó para ver cuál era el problema y ¡oh sorpresa! Nuestros asientos eran en la sección Preferente, así que muy amablemente la señorita nos dijo: “Por favor vengan conmigo, sus lugares son allá abajo”.

Después de la penosa confusión (penosa mis tanates, a todos nos encanta equivocarnos así. Not the other way around) nos vimos rodeados por una especie nada peligrosa y bastante dicharachera: Señoras envueltas en pashminas Burberry y armadas con bolsas LV. El despliegue de plumas y gorgoteos para ver quién había ido más lejos de vacaciones era comiquísimo (y muy respetable y envidiable), que si la fiesta de la Cuquis y el desayuno de tal. Lo mejor de todo fue ver en la proyección que hacían del público en general que se encontraba en el Met en ese mismo momento tenía una interacción si no igual muy similar (aunque sí mejor vestidas allá).

Después de que apagaron las luces y dieron el anuncio de “Les recordamos que estas es una transmisión en vivo vía bla bla bla, les pedimos su comprensión si hay alguna interrupción…” pude apreciar la calidad de las imágenes y me quedé estupidifacto (es que ni el IMAX 3D). Creo que es una excelente opción para el sábado al medio día.

Los boletos van desde $200.00 en Preferente hasta $40.00 en el Segundo Piso.

Luego de eso nos fuimos a comer a un lugar maravilloso llamado Musume ubicado en Río Nilo 71. El chiste del lugar es que los fines de semana hay buffet y uno puede pedir lo que quiera de la carta por $275.00 (no es barato) pero en verdad vale la pena este all you can eat japonés. Las bebidas no están incluidas.

Lo que también me recuerda (por cierto soy fan de la comida japonesa) es que para aquellos que les guste la comida nipona (y por favor Sushito NO es comida japonesa) los domingos y en el patio de una de las tiendas más visitadas por los mismos naturales de este país asiático hay toda una selección de comida para llevar o comer ahí. En Mikasa uno puede encontrar maravillosos oniguiris, brochetas de res, anguila, salmón a la parrilla, pollo, sopa miso, etc.

Ubicado en San Luis Potosí 173, entre Monterrey y Medellín para mí uno de los mejores lugares para almorzar.

jueves, 14 de enero de 2010

La Ciudad de la Esperanza

Pues pareciera que mi vida laboral se ha convertido en un chiste para alguien y qué risa debe estarle causando. La cronología de eventos fue así:
A finales de Agosto justo regresando de mi viaje de luna de miel y unos días antes de mi cumpleaños, la que fuera mi exjefa de Aeroméxico (Cristina Ahedo) me tenía preparada una linda bienvenida con abogados y mi renuncia alista para firmarla.  Después del en cerrón que me dieron los abogados de la empresa y por pensar que en realidad era lo mejor en ese momento firmé. Obviamente me arrepentí unos días después y bueno los abogados laborales dijeron que no había nada que pudiera hacer. Excepto claro llenarle de huevos la camioneta o algo así. Lo peor de todo es que se trata de una persona que le ha robado a la empresa y más de una vez, anónimamente (y deveritas que no fui yo) fueron enviados correos a todas las gerencias de Aeroméxico sobre el mal trato y mal manejo por parte de esta mujer y claro no pasó absolutamente nada.
Después de eso fui a dar a la empresa de una amiga que se dedica a hacer eventos. Lo único que puedo decir de ahí es que realmente me emocioné con la idea, y trabajé muchísimo le invertí todo el dinero que me quedaba en gasolina, celular, línea de teléfono nueva y qué paso… Después de 4 meses y más de tres mil pesos invertidos conseguí mil cuatrocientos de regreso. Creo que no era negocio al menos no para mí.
Después de haber caído en completa y absoluta bancarrota (en verdad traigo tres pesos en a bolsa) aparece una luz y gracias a la Monch entro a trabajar a la Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federa. Transcurre un mes y 13 días en los que todo pinta muy bien, mis compañeros de trabajo bastante agradables, mis jefes también, y por primera vez en varios años me gusta lo que hago. Pero obviamente todo era una ilusión (How could I expect something different?) pues resulta que hay recorte de personal y me tocó a mí. Lo mejor del caso es que ni siquiera me han pagado el mes y medio que ya trabajé y no se ve muy claro cuando vaya a recibir ese dinero.
Y pues así, me quedo sin un peso, más endeudado, sin trabajo y pero eso sí con todos mis deditos y viviendo en la Ciudad de la Esperanza… esperanza de encontrar un trabajo, esperanza de no perderlo, esperanza de comprar carne en el super,  esperanza de ya ni siquiera pensar en realizar mis sueños… al menos de no tener ganas de ser arrollado por un camión de Bimbo y dejar de ser una carga para mis amigos, mis papas, pero sobre todo, para el amor de mi vida que es mi novio.
Tal vez soy un poco pesimista y me estoy tirando al drama un poco, pero ¿no tengo derecho después de todo lo que ha pasado? No quiero sacar ninguna conclusión  pero me está costando mucho trabajo no tirar la toalla y volverme dealer cada vez suena menos loco.
Hoy es mi último día en mi trabajo y en verdad ni si quiera sé para qué estoy cumpliendo mi horario. No estoy triste, estoy furioso y en verdad ya no sé que hacer conmigo. 
Después de haber caminado de regreso a casa (bueno también usé le metro), llegué a casa donde me esperaba Piegra. Aún sabiendo que estaba molesto no hubo de otra que ponerme a lavar trastes y además con buena cara. Después de cenar, ver uno de mis programas favoritos, Glee, todo se vio mucho mejor o al menos no tan Marga López. No es que ya no esté molesto con el mundo probablemente lo esté un par de días más y como dije hace rato: También se vale.

Y pa' que vean que soy lindo les dejo esto de regalo pa que se pongan de buenas:

miércoles, 13 de enero de 2010

Un Escarabajo, Frío y Harto Arte.



El domingo 10 de enero fue uno de esos días que uno se levanta con ganas de aprovechar los tres tristes rayos de sol que salieron. Así que después de preparar un delicioso desayuno dominguero (la lasagna vegetariana de la noche anterior) decidimos llevar de paseo a nuestra visitante Ms. D y recorrer algunos museos de la zona Reforma-Polanco.

Piegra y Ms. D se adelantarían ya que yo había quedado de ver al Escarabajo en el Vips de Insurgentes y Reforma. La historia del Escarabajo se remonta ha hace ya casi diez años cuando recién había regresado de vivir en Cancún y en una tarde chelera nos conocimos en El Mesón del Buen Tunar (creo que no he vuelto a pararme ahí desde entonces). Mientras traba inútilmente de conectarme via GüiFi al mentado Prodigy para enviarle un texto que queremos sea revisado por el editor de cierta revista (no les cuento si no se ceba) nos atendió una mesera verdaderamente amable. Platicamos sin mayor detenimiento de nuestra semana, adicciones, ex-adicciones. Recientemente el Escarabajo decidió dejar el closet (al menos ya aceptó que no es bi, que sí es puto) y no ha sido tan fácil, hallando muy respetable el hecho de que sea algo que prefiere mantener en secreto siendo una figura pública (obviamente no les voy a decir quién es).


Justo terminando nuestra charla recibí la llamada de Piegra avisándome que estaban apenas saliendo de la casa lo que me dio tiempo perfecto para encontrarlos fuera del Museo de Antropología.
Nuestra primera parada fue la exposición Pompeya y una villa romana. Obviamente se nota que son de las exposiciones que le dejan mucho al museo (al menos en cuanto a visitantes) ya que la fila para entrar fue aproximadamente de media hora (debería haber un Flash Pass como en Six Flags). El montaje y la ambientación me pareció maravillosa aunque no me quedó muy claro el por que de la música clásica en lugar de algo más ad hoc a la Roma Antigua. La exposición está creada a la representación de una villa romana, por lo que las salas están alrededor de lo que sería el patio. Nunca van a dejar de sorprenderme la manera como manejaban el mármol y la piedra. La perfección en la representación del cuerpo, las telas absolutamente cada detalle recreado de manera conmovedora. Aunque esperaba ver algunos cuerpos petrificados (Piegra me dijo que en Barcelona la misma exposición los tenía) en realidad fue un comienzo con el pie derecho de nuestro recorrido por el arte.

Es tan práctico comenzar la visita en el MNA, de ahí uno puede caminar (con un ejército de ardillas como escolta) a la que fue nuestra segunda parada: El museo Rufino Tamayo. De la Roma Antigua pasamos a principios de los ochenta en Corea del Sur: Inconquistables. Se trata de una serie de obras surgidas a partir del movimiento de democratización de dicho país asiático. Se compone de fotografías, pinturas, dibujo, escultura, instalaciones, video y arte-objeto. “La exposición plantea un discurso que busca restaurar el valor de la crítica como recurso creativo y contemporáneo que es retomado por los artistas mediante distintas estrategias”.
“Estos artistas demuestran que la innovación, el encuentro y la ruptura constante con los lenguajes establecidos no están reñidos con el compromiso de un arte público, dijo la directora general de Patrimonio Artístico Inmueble del INBA, Alejandra Peña Gutiérrez”.

Muchas veces cuando uno se enfrenta a este tipo de arte no es necesario “entenderlo”, de alguna manera a pesar de las diferencias culturales entre ambos países, culturas, sociedades, etc. hubo un par de piezas que lograron conmoverme. Y me parece maravilloso que uno pueda exponerse a este tipo de situaciones que pueden en algún momento volverse un importante ejercicio reflexivo.

En otra de sus salas se encuentra la exposición Tierra Espiritual la que es una revisión de la colección del mismo museo a través de un punto de vista espiritual, natural y geométrico. Conjuntando pinturas, esculturas y textiles de artistas como Victor Brauner, Mathias Goeritz, Georgia O´Keeffe, Wolfgang Tillmans, María Asunción Raventós, Louise Nevelson, Antonio Tàpies, Jean Dubuffet, Wifredo Lam, Francisco Toledo, Marcelo Bonevardi. Se trata de una exposición sencilla en el sentido que es fácil de ver pero que al mismo tiempo expresa de manera tácita el sentido (al menos para mí) tribal de la exposición.
En palabras del mismo museo: “En esta revisión de la colección incluye varias obras que representan paisajes y sus múltiples obras que representan paisajes y sus múltiples formas abstractas así como materiales. También muestra varios trabajos figurativos que hacen referencia a los protagonistas de mitos y simbolismos que forman parte de tradiciones culturales no-occidentales”.

Nuestra última parada en este domingo cultural fue el Museo de Arte Moderno. Hubo dos exposiciones que realmente llamaron mi atención de manera muy especial. La primera fue la exposición “Hecho en Casa”, que de manera completamente didáctica nos muestra con 40 ejemplos (piezas), los conceptos de arte-objeto, ready made, instalaciones, intervenciones, ensambles que forman parte del arte contemporáneo en México. 
Lo que me encantó de la exposición es que en cada sala hay un texto explicando que manifestación estamos viendo. De dónde surge y como ha influenciado. Con obras como un bloque de lego hecho de bloques de lego, un cubo hecho de botones (que me piratearé para mi casa), una torre hecha de chicles, un colgante realizado con implantes mamarios, la exposición se convierte en un parque de diversiones visual.
Me parece una manera perfecta para adentrarse y conocer las nociones del arte contemporáneo de hoy.


La segunda exposición que vimos en el MAM, Las rutas de la abstracción. México 1950-1979, un espíritu de época, y a la cual debo mi aceptación del Abstraccionismo Mexicano como mi corriente favorita. Se trata de un recorrido por los 30 años que el arte abstracto influyó en nuestro país. Pasando por la arquitectura, la pintura, la escultura, diseño industrial, diseño gráfico, música y video (¿me falto alguna disciplina?) el caminar por esas sala se convierte en una extravagante explosión de colores y formas tan elocuente y actual que definitivamente hicieron que me enamorara por completo del movimiento.
Algo que me ayudó muchísimo a disfrutar esa tarde de cultura fue llevar mi iPod y poner música mientras caminaba por los pasillos de los museos. No duden en hacerlo vale la pena.


Y por favor: Coman brócoli y vayan a los museos.

domingo, 10 de enero de 2010

Ya Entrados en Rehab…

Finalmente cayó el invierno y se dejó venir sin avisar (y con lluvia). Pasó el primer fin de semana en el que decidimos descansar de la parranda, el alcohol, las drogas y el Circuito en general. Así que ahora, buscando lugares alternativos donde pasar la noche sin que haya tentaciones; el viernes nos lanzamos a la Madrid (les prometo foto lo antes posible), de la cual ya les he contado, una maravillosa cantina que tiene el característico ambiente “familiar” del centro.

No sólo el hecho de que somos clientes habituales y los dueños nos dejan quedarnos hasta que se nos pega la regalada gana. Ni tampoco es que la chela cueste solo trece pesos. Ni que nos dejen fumar después de que bajen la puerta. En verdad hay algo en el ambiente que hace que uno se la pase bien a gusto. En verdad es una excelente opción para unas cervezas cualquier día de la semana. De hecho año con año la Kikis (leer referencia más adelante) celebra su cumpleaños ahí y debo decir que son memorables (el tema del año pasado fueron rockstars y si son amigos míos en Facebook pudieron ver las fotos).

El sábado por la mañana justo después de que Piegra se había terminado de bañar ocurrió lo que siempre pasa en el momento menos oportuno: Se acabó el gas. Malditos rateros de la empresa Velagas , nos surtieron el tanque de 40 litros y lo que nos duraba normalmente 3 meses nos duró menos de uno. No es posible que nos roben de esa manera, como si no tuviéramos suficiente con los aumentos (y con los estúpidos comentarios de Esteban Arce), como para que además le roben a uno. Así que armados de toda la paciencia del mundo nos decidimos ir a la gasera a rellenar nuestro tanque. Ahora sí vamos a ver que tanto nos estaban tomando el pelo.

El sábado habíamos quedado de ir a casa de la única y original Kikis Corcuera (no es broma, en verdad estuvimos en su casa) a una maravillosa tarde de queso, pan y vino. Con ella nunca faltan las anécdotas maravillosas (algunas demasiado locales para ponerlas en mi blog), la cerveza y el vino. Tenía tiempo que no íbamos a su casa  y en verdad pasamos una muy buena tarde que se convirtió en noche para después volverse madrugada.

Lamentablemente me perdí la ida con Mr. Join y su Mini Me al Chango y todos los royal venues que se encuentran al norte de la ciudad.

El domingo fue super cultural pero de eso hablaré más adelante. Hoy domingo no pude más y tendré que aplicar la de Milk no me voy sólo. Hay una visita de Durango amiga de Piegra a la que no hemos sacado de parranda y eso se remedia hoy. 

miércoles, 6 de enero de 2010

Crónica de una cena de fin de año.

No había querido hacer el balance anual y poco por miedo a darme cuenta que este año a pesar de todas las cosas buenas que trajo, había quedado en números rojos, y es algo que determinaré al terminar de escribir este artículo.
Así pues el 31 de diciembre Piegra y yo nos dispusimos a preparar la cena ya que recibiríamos a varios amigos en casa y pues algo habría que darles de comer y aunque realmente soy fanático del pavo servido con puré de papa y gravy, lo más sencillo era una maravillosa lasagna y una ensalada. En un principio yo había decidido preparar ambas cosas, pero con forme fue pasando el día el estrés llegó a niveles insospechados y sospechositas (bueno lo último no): Después de despertar y ver a mi lado al dulce principito, me levanté, un poco tarde, salté en la regadera y vámonos a trabajar. Siendo el último día del año nos dejaron salir a las doce del día, lo cual fue maravilloso ya que no habíamos comprado nada de lo que necesitábamos para la noche. Justo le marqué a Piegra cuando salía de la oficina para que estuviera listo y nada. Llegué a la casa y todavía estaba por meterse a la regadera. En ese momento el estrés aumentó tres rayitas y apenas comenzaba la aventura.

Me encanta comprar ahí, todo tiene un orden lógico. No es ni grande ni pequeño y no es necesariamente más caro en todo (Aunque nada mejor que City Market). Pensamos que estaría más lleno pero afortunadamente no era así. Ágilmente recorrimos el área de verduras, jitomate, romero, zanahorias, un par de ramitas de apio… a lo que sigue. Manzanas, peras, lechugas de cuatro tipos, arándanos, todo para una super ensalada de invierno. Carne molida de ternera y res.  Sólo faltaba la pasta… Spaghetti, raviolli, farfalle, fusilli, muy bien -¿y la lasgna?-. Busqué una vez, dos veces, arriba, abajo. ¡No era posible! No había lasagna. Corrí donde estaba Piegra para darle la no mala, si no, terrible noticia. Seis rayitas más al estresómetro. Como se me había ocurrido irnos caminando para evitar el tráfico, utilizar el coche y contaminar tuvimos que dejar todo lo que ya llevábamos y regresar a la casa por el auto.
 La única opción que teníamos: Walmart (se escucha música tenebrosa de órgano).
No hay nada más aterrador que ir a Walmart en vísperas de alguna celebración nacional, ya sea 15 de septiembre, navidad, reyes o cualquier otra. Nos organizamos y nos repartimos las cosas por comprar, creo que de esa manera al menos no tardamos tanto. Hay algo que nunca me ha quedado claro: ¿Por qué la gente se forma donde ve fila sin importar que haya otra caja abierta y vacía? Y así fue, justo la primera caja con una cola que travesaba el departamento de lencería… la caja de al lado vacía, dos personas antes que nosotros. El estresómetro seguía subiendo ya eran las dos de la tarde y no había nada listo.

La casa era una zona de guerra y en verdad no había por donde comenzar a limpiar. Piegra intentaba calmarme una y otra vez pero no lograba mucho. Así poco a poco logramos tener lista la cena y todo lo demás.

La noche transcurrió de manera extraña, no puedo decir que la pasé mal (o más bien no quiero aceptarlo) pero tampoco fue lo que esperaba. Los amigos de Piegra: la Monch, su novio y su hija nomás no se integraron con mis amigos y mis amigos tampoco con ellos. Por lo mismo Piegra estaba incomodo y bueno yo estaba 16 veces más. Entraba a la cocina verificando que la pasta estuviera en el horno y que todo lo demás estuviera a la altura de cualquiera de mis reuniones. Cenamos, bebimos, corrió la champaña, brindamos, comimos las uvas, nos dimos el abrazo pero me quedé con el mal sabor de boca de saber que no estábamos disfrutando la noche como hubiéramos querido. 


Supuestamente yo no iría al Karma si no hasta el after, era tanto el enojo de mi marido por el “desastre” de la cena que me dijo que me fuera con mis amigos quienes se habían adelantado. Probablemente el próximo año cambiemos la fórmula y nos vayamos de viaje (que sea a Nueva York por piedad). Hoy todavía de alguna manera siento que arruiné lo debió ser algo especial. Como un suofflé que al sacarlo del hornos se desinfla.

Antes de terminar quiero hacer mi lista de cosas buenas y cosas malas que tuvo el año 2009.

Cosas malas:

-Me alejé de muchos de mis amigos (y no sé si pueda recuperarlos).
-Perdí un empleo.
-No logré cubrir el saldo de mis tarjetas.
-No he podido ver a mi sobrina ni visitar a mi hermano.
-El tiempo que estuve sin trabajar hubo conflictos con Piegra.

Cosas buenas:
-Me mudé a vivir con el amor de mi vida.
-Firmé mi sociedad de convivencia y me fui a Las Vegas de luna de miel.
-Dejé un trabajo que me estaba afectado físicamente.
-Me mantuve en el gym y aunque los resultados no son todavía los que quiero, honestamente estoy muy bien.
-Hice un grupo de amigos maravilloso (detesto esa palabra, es tan cursi) The Pink Boyz: Jacinto, Matanás, Mr. Join, Jon jon. Y por otra parte Lucho y Taso.
-Mi relación con Piegra sigue siendo madura, respetuosa, divertida e incitante.
-Terminé el año con trabajo nuevo.
-Recibí dos propuestas para escribir: una en una revista y la otra en una página web (ya ves como no soy tan malo Piegra).
-Bajé finalmente los 4 kilos que no había logrado bajar en 5 años.
-Me puse más guapo (y bueno).

Hasta aquí la parte de la cena.