sábado, 17 de julio de 2010

Un Fin de Semana Más

Después del maravilloso fin de semana del Pride, lo único que nos quedó fue descansar. Sin embargo esto no es siempre posible, como quedó demostrado el jueves pasada que pretendí ir a un openning en el MUNAL. La idea era sencilla, llegar, visitar la expo y tomar un par de tragos e irnos a la casa. El primer error fue aceptar una paloma antes de siquiera pisar la sala… estaba demasiado cargada y supe que eso no iba a terminar bien. Al terminar el segundo trago ya podía sentir cosquillas en las piernas. Nos encontramos con Erik y su amigo Ricardo (recientemente divorciado de otro “gai”) y por qué no así sin ver la expo (después del quinto tequila) nos fuimos al Marra.
Que bueno fue ver que finalmente se deshicieron de aquel Dj “Indi” y al menos Víctor decidió hacerse cargo de la música, y la verdad es que tenía mucho que el Marra no estaba así de concurrido un jueves cualquiera. Y además había dos por uno en cerveza… definitivamente la noche pintaba para larga. Y así fue, las cervezas llegaban y seguirían llegando. El calor era insoportable, la gente no dejaba de bailar y pues lógico: camisetas fuera. Parecíamos una de esas parejas de tres que luego uno se topa en los antros y tanto era el desmadre que el mismo gerente nos hizo llegar varias cervezas más.
El jueves se hizo viernes y a las 3:00 a.m. nos sacaron del lugar.
Llegó el viernes y con Tachito de viaje de trabajo, Jon Jon, Matanás y yo decidimos explorar el norte de la ciudad. Destino: Espartacus.
La mismísma Laura León daría un showcase. Llegamos ya tarde casi a la una de la mañana y pensamos que no alcanzaríamos a verla, pero para nuestra sorpresa nuestra apenas estaba por comenzar.
Era mi primera visita a ese local de tan mala y buena reputación, los meseros andaban por todo el lugar vistiendo unas playeras sin mangas y unos shorts que dejaban muy poco a la imaginación.
El show fue todo un éxito, nunca pensé que ver a esa mujer en aquel lugar pudiera ser tan divertido. Estábamos rodeados de chacales y vestidas que muchas parecían muñecas macabras a medio terminar y una sensación de peligro constante parecía asecharnos. Supongo que es parte del encanto del lugar y era obvio que no éramos los únicos turistas.
Salimos de ahí casi a las seis de la mañana y fue inevitable perdernos un poco antes de encontrar la manera de regresar a la civilización.



Ese sábado fue un rollo más cultural, estando aquí unos amigos de Monterrey decidimos acompañarlos al MUAC a ver la exposición: Ergo, materia. Arte povera. La exposición tiene piezas de artistas italianos de mediados de los 60.
Por cierto debo decir que: ¡El MUAC no es el Papalote Museo del Niño! ¿Por qué digo esto? En una de las salas se expone un barril de Resistol 5000, y no faltó el chistosito que se tomó la foto como si estuviera cargando la lata con un dedo o mamadas de ese tipo. Acto seguido, obviamente fue invitado a dejar de comportarse como un cavernícola o abandonar las instalaciones. Hay lugares para todo hasta para hacer payasadas, pero un museo de arte no es uno de ellos. Otra de las piezas que verdaderamente llamó mi atención fue un máquina de burbujas. Lo extraño del asunto es que el agua jabonosa contenía un porcentaje del agua que se recolecta de los cuerpos en la morgue. Era muy creepy estar rodeado por burbujas de jabón que tenían digamos... muertos.
Cada vez que visito ese museo me gusta más. Luego de recorrer las grandes salas y llenarnos de cultura era hora de comer y finalmente pudimos ir al Azul y Oro que se encuentra en el mismo centro cultural.
Piegra pidió unas enchiladas rellenas de jamaica y yo un buenísimo salpicón de venado. Hay que decir que el lugar es excelente, tanto la comida como el servicio, y los precios muy razonables. Nada que ver con el corredor de la Condesa, donde pocas veces uno puedo encontrar un lugar original y que valga la pena recomendar. 

lunes, 5 de julio de 2010

32 Marcha LGBTTTI Ciudad de México

Después de meses de trabajo, todo estaba casi listo. La imagen que llevaría la Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal, creada por mi, estaba impresa en todo lo que utilizaríamos el día de la marcha. A las cinco de la mañana sonó el despertador y con toda la modorra del mundo me preparé un licuado, un baño rápido y listo. Nunca hubiera pensado que el sábado alas deis de la mañana habría tanta gente en el metro. Uno acostumbrado a ir llegando al after a esa hora pues...
No había salido el sol y ya estaban los demás coordinadores de la Secretaría descargando el inflable que sería nuestra base en la alameda y recibían los demás promocionales.
Finalmente el inflable estaba en su lugar y conectamos las bombas de aire para ver por primera vez aquel monstruoso condón de 20 metros. No puedo negar que estaba completamente emocionado por ver hecho realidad mi primer gran proyecto desde que entré a la Secretaría, también era mi primer marcha gay. Tuvieron que pasar 33 años para que asistiera a la celebración, no entiendo por qué esperé tanto.
El inflable seguía creciendo y era inevitable que decenas de personas se detuvieran a verlo, se tomaran fotos, incluso los huéspedes del Hilton Reforma se asomaban desde las ventanas para ver lo que sucedía afuera.
Mario, el coordinador general, tenía que irse a la glorieta de la Diana para verificar que todo estuviera allá en su lugar.
Mientras la mañana transcurría mi emoción seguía creciendo. Ya eran las diez de la mañana cuando decidimos ir también a Reforma para tomar nuestros lugares y verificar que todo estuviera en orden.
Le gente comenzaba a llegar, algunos vestidos casualmente, algunas parejas con matching outfits, disfraces, vestidas, niños, abuelitas… de todo.
Debo decir que la organización era terrible, aunque la disposición de los voluntarios era maravillosa. Mientras daba vueltas de la Diana al Ángel en mi vehículo oficial (una bici) me encontré con muchos amigos y algunos conocidos.
Dieron las doce y no se veía como para cuando empezar… y para colmo organizaron un “concierto” de quién sabe que “nuevo talento” (el novio de alguien seguramente) en la glorieta del Ángel como inicio de la marcha. Finalmente a la una nos informaron que empezaríamos a avanzar, pero pues nomás no veíamos claro y cual viernes de quincena todo parado. Así pues comenzó el desmadre de la marcha, la música reventando bocinas, mientras unos caminábamos otros bailaban, muchos sacaban de sus mochilas chelas o coolers para refrescarse del calor y parecía que este año no habría lluvia.
Mi trabajo consistió en apoyar la coordinación de los promotores (los chavitos que regalan condones) todo iba bien hasta que pasamos de la glorieta de colón casi para entrar a Juarez… no los vi venir, no sé de donde salieron, eran… ¡zombis! Miles de ellos, y sólo tenían una cosa en mente: Condones. Sólo podía ver las manos que salían de todas partes, sus monstruosos gritos: “A mí… a mí…” nos rodeaban. Perdimos a varios mientras corrimos, aventábamos y seguimos aventando bonches lo que los distraía por momentos, pero pronto nos atacaba otro grupo de no muertos. Finalmente tuve que subir al techo del camión para salvarme, no podía pensar en los que dejé atrás… era demasiado tarde…
Las horas pasaron y finalmente llegamos a la Alameda, ya ahí en lo único que podía pensar era en una cerveza bien fría… o lo que fuera que tuviera alcohol. Logré zafarme del contingente de la Secretaría para irme a donde estaban mis primas y mis amigos, ahí sacaron los termos con vodka y reviví.
Sólo había una cosa en mi mente: Union Live @ VD+
Regresé a casa para descansar un poco, bañarme y estar listo para la fiesta. A las diez de la noche llegué a casa de Mario para el precopeo y las once, después de dos tragos, salimos rumbo al vd+.
La cola era enorme, incluso la de las cortesías, sin embargo Jorge de la Rosa estaba en la entrada y nos dejó pasar inmediatamente, encargándonos con uno de sus muchachos, nos pusieron nuestras pulseras VIP y nos llevaron la mesa que ya nos esperaba con cuenta abierta. En lo único que teníamos que pensar era en beber y pasárnosla bien. La mayoría de mis amigos estaban en el ostentosísimo concierto de Offer Nissim… pero la verdad y aunque me ofrecieron un boleto VIP yo preferí ir a donde sabía que seguro la pasaría bien. Aunque sí extrañé a mi crew.
La peda estuvo formidable, me encontré a muchos de los circuiteros hardcore que al igual que yo prefirieron ir al vd+. Quisiera contarles en detalle como estuvo el toquín, la intervención de Lorena Simpson que cantó Bad Romance… pero tampoco quiero aburrirlos y esto ya se está poniendo largo. En resumen, la fiesta estuvo genial, y saben que si no me gusta también lo digo. Edgar y Oscar como siempre se super lucieron.  Yinon Yahel muy bien aunque al final aflojó un poco. No hubo ni elefantes ni personas volando, la producción fue modesta, pero le invirtieron a lo que importa: Una excelente fiesta. Bien por Living, Gaydate, Union Alive y Vd+. 



Es un gusto saber que fueron 500,000 los participantes este año y que en nuestro país la diversidad se respeta cada día más.