miércoles, 17 de septiembre de 2008

Viva México… ¿Neta?

Pareciera que al pasar la barrera de los “tas” es completamente imposible salir a algún Bar sin sentirse absurdamente viejo. Nuestra solución es simplemente hacernos ala idea que nuestra vida nocturna termina casi invariablemente en maravillosas noches de BlockBuster, pizza y cerveza; o en reuniones en casa de “alguien”. Así pues el 15 de septiembre no fue la excepción y tras haber estado resistiéndonos a salir del departamento, después de una sorpresiva llamada salimos inevitablemente de casa bajo la lluvia en dirección al Centro de la ciudad donde nos esperaban ya en casa de Moni.

Como si fuese una especie de síndrome o síntoma de alguna extraña enfermedad, pareciera que no puedo salir sin mi cámara digital de 12 Mega-píxeles. Tengo una necesidad de registrar. Cosa que por alguna razón antes no hacía bajo la excusa de que “me daba pena” –demonios qué más da-; al final del día (o de la noche) todo mundo salta frente a la cámara y todos quieren salir.

Entre la lluvia y la gente, abordamos el metro, en algún momento pensé que nos harían dejar los dos six de cerveza que llevábamos pero en no se nos dijo nada.

La noche transcurrió como cualquier otra borrachera, en realidad el momento del grito sólo fue notado por los fuegos artificiales que vimos desde la terraza. Sin embargo, no podía quitarte los ojos de encima, te veía convivir y al mismo tiempo reflexionaba sobre lo bien que me siento.

Los minutos y las horas se fueron entre charlas sobre relaciones interpersonales, política, un poco de arte, y en un momento que tuve para mi mismo, pensé sobre la “gran fiesta” que se llevaba a cabo en el Zócalo. -¿Viva México? ¿Vivan los narcos? ¿Vivan los políticos corruptos? ¿Vivan las marchas y las mafias políticas de nuestro país? ¿Vivan los sindicatos retrógrados? ¿Vivan las granadas explotando en medio de centenares de personas?

Viva el amor, viva la honestidad entre amigos, vivan la cerveza y los tragos gratis, vivan los “tas”, viva el sexo maravilloso y los orgasmos múltiples, viva el arte contemporáneo (aunque no lo entienda), vivan los cigarros, viva que ya no hay alcoholímetro, vivan los viajes de intercambio, viva la comida grasosa, vivan las arracheras y la salsa borracha, vivan los Post-It, viva todo y que se mueran los feos.

Terrible… pero en fin tengo todos mis deditos: Viva México

lunes, 15 de septiembre de 2008

I’m 32: So what?!

I’m 32: So what?!

Finalmente llegó el día que espero con ansiedad todo el año: mi cumpleaños. Una semana antes Piegra fue conmigo a comprar todo lo necesario para el hamburguetón. Así es, este año había decidido hacer hamburguesas. Habiendo citado a los invitados a las 13:30 –Esperando claro está que llegaran una hora más tarde-. En un principio estaba realmente preocupado, la gente no llegaba y yo tenía 120 hamburguesas listas para tirar el fuego. Así poco a poco llegó la gente. Este año no fue tan concurrido como los anteriores -¿Habrá faltado publicidad?-. Sin embrago, y como cada año, al final me preocupé simplemente por la gente que ya estaba ahí, lo s que estuvieron son los que tenían que estar –Valga la estúpida frase.

No hubo nada particularmente especial, excepto, que ahí estaba mi novio. –Sí, mi oficial y presentado por primara vez en un evento social novio. No faltaron los grandes personajes que forman parte de mi extraño círculo de amigos: y a todos los amo.

¿Qué sucede cuándo uno oficialmente ha pasado la barrera de los treinta? Nada en realidad, uno tal vez se vea más maduro y viene a la mente un sinnúmero de preguntas y cuestionamientos. Yo acostumbro hacer mi balance anual en mi cumpleaños, no en año nuevo como la mayoría de las personas. Y el balance: He salido ganando. Sí claro, la deuda que tengo no se ha reducido, y tal vez el número de personas que frecuento se ha ido depurando. Al final me encuentro con un novio maravilloso y un par de decenas de amigos incomparables.

Finalmente, hoy después de una sobredosis de “Sex and the city”, acepto mi realidad como es y a mi como soy: las tarjetas seguirán hasta el tope, al menos por un rato más, tengo debilidad por la buena comida, la ropa de diseñador (aunque escasa en mi closet), los zapatos Steve Madden. Terriblemente enamorado –Finalmente de alguien que no es un “emmotional freak”-, ilusionado y emocionado.

A una semana pasado mi cumpleaños, no pretendo ser chistoso con lo que escribo en este momento. Realmente sólo quiero dejar una constancia de que soy feliz.


Y sí ya tengo treinta y dos: ¿y?