martes, 1 de diciembre de 2009

Nomás Vienes a Comer Rico y Que Te Avienten Los Platos

Pues así fue que el sábado muy temprano (recuerden que el tiempo es algo subjetivo) nos lanzamos a Guanajuato. El autobús salía de la estación justo a las 10.20 de la mañana. Nunca había ido a una boda temática y realmente me causaba algo de nervio, más aún cuando el tema era medieval y a aunque es un período que dura mil años generalmente la gente no le atina al disfraz (y así fue).

Llegamos a casa de Mauricio un editor de libros de arte bastante conocido, la casa típica de Guanajuato con una distribución que bien podría ser de seres de otra dimensión. Eso sí, todo impecable hasta uno podría decir que es gay… (Es algo extraordinario encontrar a un hombre en sus early forties, soltero, no feo que sea heterosexual). Fuimos recibidos maravillosamente con un tequilita, cigarrito… después de todo el fin de semana no pintaba tan mal.

Ni Piegra ni yo llevábamos disfraz, resulta que no hay lugares en México que renten ropa medieval y tampoco estamos en tiempo de “tiremos el dinero en disfraces” así que bueno decidimos ir yo con un traje azul y Piegra un poco más modernillo.

Definitivamente llegar a la misa no era opción por lo que demoramos nuestra salida lo más posible, aún con todo y todo llegamos todavía faltando unos veinte minutos, lo mejor de todo fue que el padre insistía en cambiarle el nombre a la novia. Ya cuando iba por el tercer cambio de nombre alguien le hizo saber que el nombre de la novia no era Juana Judith (Que además ni se parece ni se escucha ni nada al nombre real).

Fue ahí donde nos dimos cuenta que lo de medieval era en serio, en la iglesia había como invitados un juglar, un herrero, varias cortesanas y el novio y la novio eran pos nada más y nada menos que el rey y la reina. Con corona y toda la cosa. Había dos opciones: que la boda fuera toda una producción maravillosa y que fuera pues casi de cuento o todo lo contrario…

Pues bueno, salimos de la iglesia y por cierto que lindo está Guanajuato es un lugar al que seguro regresaré (hay que ver como se ponen los antros… o el antro que hay más bien). Caminamos hasta un logar donde pudiéramos tomar un taxi al Castillo de Santa Cecilia donde sería la recepción. Se trata de una edificación estilo medieval que data de 1939 (bien medieval ¿verdad?). De acuerdo a lo que me dijeron mis acompañantes las habitaciones son horribles y el servicio es aún más terrorífico, así que si van a Guanajuato eviten a toda costa hospedarse en este hotel.


 Y que comienza la recepción: Un grupo  musical, obviamente música medieval, comenzó a amenizar la noche. Los primeros tragos llegaron a la mesa un par de minutos después sonaron las gaitas y tambores anunciando la entrada de sus majestades el rey y la reina (debo aceptar que realmente le habían echado ganitas al vestuario). La comida temo decir que fue malísima, la crema sin sabor, la carne fría... terrible.

Después de un rato seguían llegando los drinks pero la música seguía igual y no parecía cambiar. Unos amigos de Piegra tenían otra boda en el mismo hotel y fueron a ver qué tal estaba porque en la que estábamos parecía que la música no cambiaria pronto… ni nunca. Lo peor era que el alcohol no estaba haciendo efecto. Así que después de un par de horas decidimos mejor cambiarnos de boda. Y vaya, qué diferencia. Mientras tanto Marquito y Matanás estaban en tierras morelianas divirtiéndose de lo lindo con el Neno. Ya en la segunda boda ahora sí… que me revienta el whisky y madres: super peda (just add water).

El regreso a casa de Mauricio fue increíble caminando por esas calles, túneles y callejones borracho a las tres de la mañana.

A la mañana siguiente nos fuimos a desayunar a un lugar que era el favorito de Piegra, un lugar llamado El Truco 7. La comida no estaba tan mal pero el servicio: ¡No mamen! Treinta minutos para que nos pusieran el servicio, otro tanto para la orden y bueno ni se te ocurra pedir más de algo por que literalmente parece que van por el al otro lado de la ciudad. Ahí nos alcanzaron otro par de amigos de la boda y literalmente me dijeron: Aquí uno viene a comer rico y que le avienten los platos. 

1 comentario:

  1. Pus ve, lo bueno fue que se salvó la nite con el plan B.

    PS. Bodas temáticas sucks!!!

    Ay que planear el tour 2010!!!

    ResponderBorrar

Todos los comentarios serán respondidos o borrados según mi conveniencia.