martes, 12 de febrero de 2013

12 de febrero 2013


Fue hace dos años que me senté a tu lado en la cama y te pedí que fueras mi novio. Nunca imaginé que me traerías tantas alegrías y tantas sorpresas. Fue tu amistad la que en cierta manera me sacó adelante cuando te marqué a las dos de la mañana de ese lunes para pedirte asilo político, me había quedado sin casa. Ya estaba enamorado de ti cuando eso ocurrió, pero no nos habíamos permitido aceptarlo dada mi circunstancia.

Me dijiste que tomara mi tiempo antes de que tu y yo formalizáramos, pero que no fuera demasiado porque había una larga lista de pretendientes esperando su turno. Pasaron más que un par de días antes de pedirte que fueras mi novio y lloraste poquito. Lloramos. Me dijiste que nadie te había pedido antes que fueras su novio.

Decidimos no cambiar las reglas, no había por qué.

No siempre fue sencillo hablar las cosas, pero nunca ha habido problemas para escucharnos con paciencia y amor.

No necesitamos gritarle al mundo que nos amamos, ellos ya lo saben.
  • Gracias por las fiestas.
  • Gracias por los tríos.
  • Gracias por esta relación imposible que pocos entienden.
  • Gracias por arroparme todos los días en la mañana antes de irte.
  • Gracias por enseñarme a ser fuerte.
  • Gracias por decirme que no me queje sobre las cosas y actúe.
  • Gracias por Tomate.
  • Gracias por no mentirme.
  • Gracias por no cambiar y siempre ser tu.
  • Gracias por dejarme afectarte.
  • Gracias por cuidarme.
  • Gracias por todas las cosas que eres y que no eres.
  • Gracias por aprender a dormir con mis ronquidos.
  • Gracias por abrazarme todas las noches.


Pero sobre todo gracias por darme la oportunidad de ser el novio que me gusta ser, el hombre que soy.

Te amo Mingo.


1 comentario:

Todos los comentarios serán respondidos o borrados según mi conveniencia.