Desde hace varias semanas nos hemos dedicado a conocer nuevos restaurantes y aunque no se debe necesariamente a un incremento en nuestros salarios (desafortunadamente) hay un par de páginas en Internet que nos han hecho la vida mucho más agradable los fines de semana: Se trata de de Groupon y Groupalia.
El fin de semana decidimos ocupar dos de los cupones que habíamos comprado en línea el primero fue en el restaurante Miralto en el piso 41 de
Listos y ajuarados para un restaurante con semejante tiempo de espera (repito quince días) llegamos con una amiga y su hijo quien pagaría precio normal a la carta. Desde que llegamos el mesero nos hizo saber que no nos daban mesa en la ventana por que traíamos cupones (a pesar de que el lugar estaba prácticamente vacío y que uno de nuestro grupo pagaría sin ellos) y que el menú incluido en la promoción constaba de porciones más pequeñas… (hum)
De entrada pedimos dos sopas de jitomate rostizado y una ensalada Miralto, dos tristes hojas de lechuga con algunas otras verdurillas y una sopa fría. Inmediatamente llamé al mesero a quien pedí que calentara la sopa la cual metieron treinta segundos al microondas para regresar a la mesa nuevamente fría. Ya un poco decepcionados (cosa que nunca nos había ocurrido en ningún otro lugar utilizando los cupones) elegimos el plato fuerte: un atún sellado que de verdad la porción eran dos tiras de unos
La suerte para el que pagaba completo no fue diferente, un pollo de leche seco y un ratatouille overcooked. Ni ganas de pedir un postre. Horas para que nos trajeran la cuenta y todo dejó mucho que desear. Un lugar caro con mala comida, mal servicio y lo único que podría valer la pena es la vista (siempre y cuando los IMECAS no estén altísimos).
Dato curioso… el mingitorio está puesto sobre una de las ventanas que da a Juárez y bueno ya se imaginarán.
El domingo decidimos quitarnos el mal sabor de boca e intentarlo nuevamente, esta vez fue en La Mar de Plaza Loreto.
¡Qué diferencia! Hicimos la reservación una hora antes de llegar y no hubo ningún problema para acomodarnos. Desde que llegamos nos atendieron de maravilla, nos sentaron en una mesa en la terraza e inmediatamente llegó el mesero con una cubeta de frituras y las cuatro salsas de la casa. Nos explicaron de qué estaban hechas y nos comentó los platillos que estaban incluidos en la promoción.
El mesero sabiendo que era nuestra primera visita se ofreció a escoger los platillos por nosotros y honestamente fue lo mejor que pudimos haber hecho. Aquí las porciones eran NORMALES nada de hacernos el fuchi por traer cupones. Iniciamos con el cebiche Nikei de atún y una empanada para cada uno. Seguimos con una plancha Marinera que llegó a la mesa hirviendo y justo en su punto junto con Bruja en salsa Nikei…
Para terminar no pudimos evitar pedir el sampler de postres (no incluido en la promoción) y no hubo mejor manera de terminar nuestra estadía en
El servicio fue maravilloso, la comida deliciosa, todo rápido y el lugar además muy muy bien. Altamente recomendable.
Así que ya saben… entren a comprar sus cupones que la buena vida puede tener hasta 90% de descuento.
Finalmente les comento que he compartido mi experiencia con Miralto a través de su página de Internet...